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Esta película tenía que ser otro vehículo para el genial Ray Harryhausen, pero se salió del presupuesto tan solo empezar, y los dos factoires señalados más abajo (productor tacaño + efectos especiales mexicanos baratos) redondearon la pésima ecuación.
Cuando el ave gigante levanta un tren por el aire, obviando que es de juguete, varios vagones cuelgan del pico. Esto es imposible porque los acoplamientos de los vagones de tren no pueden sostener otro vagón verticalmente.
Miguel Arkangel
“The Giant Claw” aspiraba a ser un espectáculo de efectos especiales a cargo del gran Ray Harryhausen, pero desgraciadamente los problemas de presupuesto impidieron su colaboración. El director Fred F. Sears no se desanimó y continúo con su película, recurrió a una casa de utilería y marionetas barata en México, a metraje reciclado y a una trama desordenada que pasa a un segundo plano frente a un monstruo de diseño tosco, pero inolvidable y... (seguir leyendo)